Una persona a la que se le diagnostica cáncer afronta un reto muy complicado, tanto física como emocionalmente. La pérdida de cabello derivado de los tratamientos de quimioterapia supone uno de los efectos secundarios más visibles y suele afectar al nivel de autoestima del paciente. Así pues, las pelucas oncológicas emergen como una solución muy valiosa pues aporta al enfermo la seguridad y confianza perdidas en este duro proceso.
Los tratamientos contra el cáncer, sobre todo, quimioterapia y radioterapia, pueden originar la caída del cabello ya que atacan las células del folículo piloso, de modo que el pelo queda debilitado y, como consecuencia, se produce dicha pérdida del cabello. Este efecto secundario puede variar en intensidad y es una de las razones por las cuales muchos pacientes buscan alternativas como las pelucas oncológicas para sentirse mejor. Estamos en un momento muy delicado para la persona afectada. Obviamente, el temor a sufrir un cáncer y lo que ello implica está ahí y, clínicamente, un centro de posticería no puede hacer nada ni es su cometido. Sin embargo, sobre cómo ayudar al paciente a afrontar este proceso, sí hay mucho que decir y, si dicho centro es capaz de mejorar el aspecto psicológico, el enfermo tendrá ganada una parte de la batalla.
Las pelucas oncológicas están diseñadas para esos pacientes que han perdido su cabello debido a los tratamientos contra el cáncer y ello se muestra en aspectos como los siguientes:
#1. Las pelucas pueden ser de cabello natural o de fibra sintética, en ambos casos, de gran calidad y preparadas para que, una vez colocadas, se observe una sensación de naturalidad tal que no parezca que la persona lleve peluca.
#2. La comodidad del paciente es una prioridad, por lo que las pelucas oncológicas son ligeras, transpirables y preparadas para colocar sobre cueros cabelludos sensibles.
#3. Si vamos a usar peluca es porque queremos lucir cabello, como antes de la enfermedad. Para ello, la variedad de pelucas es notable y, además, se puede adaptar a las preferencias estéticas de la persona, como el color y su tonalidad o la forma de peinarlas.
#4. Y, por supuesto, están preparadas para usarse de una manera sencilla y práctica. Fácil de colocar y ajustar y, también, lavar y de practicarle el mantenimiento de manera adecuada.
El centro Carmen Olmedo, a lo largo de todos estos años, cuenta con cientos de pacientes de cáncer a los que hemos tratado de ofrecer esa empatía, seguridad, confianza y autoestima alta. Muchos de ellos nos han ido dejando sus testimonios porque son conscientes de la importancia de contar su experiencia para que los futuros pacientes que, desgraciadamente, tendrán que atravesar este duro proceso sepan que hay herramientas para afrontarlo con una actitud más positiva. Comprobar cómo un paciente pasa de la nada al todo, de la tristeza a la felicidad, de la inseguridad a la confianza. Esta sensación no tiene precio, es algo mágico. La belleza y la fuerza de una persona no dependen de su cabello. Las pelucas oncológicas son una herramienta para ayudar a las personas a sentirse mejor consigo mismas durante el tratamiento. ¡Eres fuerte, valiente y hermoso/a tal como eres!
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